JUJUY

La Salud es un negocio?

Empresarios de la salud priorizan su  facturación al PAMI por sobre el derecho humano a la salud de los Jubilados.

La decisión de los empresarios de clínicas y sanatorios de cortar el servicio de salud a los afiliados y afiliadas del PAMI solo apunta a obtener mayores beneficios económicos del Estado.

Empresarios de la salud priorizan su  facturación al PAMI por sobre el derecho humano a la salud de los Jubilados.

El anunciado corte de servicio a los afiliados del PAMI Jujuy en los sanatorios, nuevamente genera una gran incertidumbre, donde los afectados son los pacientes que requieren el servicio de salud en la provincia, más aún en tiempos de pandemia.

La medida de cortar el servicio fue una decisión tomada por empresarios de la salud privada.  Sin embargo se pudo saber que la clínica IMISS, Sanatorio Norte, Clínica Mayo y Clínica Ledesma (en Libertador Gral. San Martín) y Clínica Avenida (en San Pedro), Clinica San José (Perico) continúan atendiendo.

Algunos integrantes de la Cámara Jujeña de Salud de la provincia, que nuclean a las clínicas y sanatorios de mayor complejidad, declararon que hace más de tres meses desde la obra social no se actualizan los montos, y esos son adeudados. Remarcan que son reiteradas las promesas que en futuras liquidaciones se actualizarán los montos de las prestaciones, pero esto aún no sucede.

¿Cuál es la situación? La resolución de este conflicto depende de PAMI Central, y se pudo saber que no hay ninguna reunión prevista con prestadores de la Cámara de Salud de la provincia por el momento solicitado, y ese tramite se realiza en Nación.

El aumento al que hacen referencia los empresarios de la salud resulta de una recategorización que se hizo de las clínicas y sanatorios de Jujuy y en función de ese criterio se modificaron los valores de las prácticas médicas que requieren los y las afiliados del PAMI. Tales aumentos o actualizaciones en el valor de las prestaciones es negociado y resuelto por el Instituto de Seguros de Jujuy (ISJ) sin intervención de ninguna autoridad del PAMI y sólo después que la obra social provincial remite a PAMI Central las resoluciones con los nuevos valores. Es decir que  desde allí se inicia el proceso de actualización del sistema para la nueva facturación. Este procedimiento está en curso, lleva su tiempo de estudio y actualización se indicó en medios de prensa local.

Solo en Jujuy y otras dos provincias rige un modelo de facturación en base a una normativa singular, que provoca un conflicto permanente ya que tales aumentos, en este caso,  no los determina la Obra Social de los Jubilados, sino el ISJ y el Ministerio de Salud de Jujuy. Los hospitales de la Provincia también resultan beneficiados en esta pulseada de los privados porque también facturan sus prestaciones al PAMI Jujuy.

Se supo también que bajo este sistema de incrementos del precio de las prestaciones médicas hoy se paga por cada afiliado hasta tres veces más las prácticas médicas en Jujuy comparando con otras provincias, donde el sistema de prestaciones se rige bajo el sistema de cápita.

El trasfondo en Jujuy es económico,  los empresarios de la salud rechazan el sistema capitado. Por qué? Porque  facturan por Módulos Prestacionales (o sea facturan por cada práctica médica).

Este sistema implementado en la provincia es herencia de anteriores gestiones nacionales y provinciales. De manera que cuando el ISJ aumenta el valor de los Módulos Prestacionales, el PAMI a nivel central debe homologar esos aumentos y sólo de ese modo se actualizan los nuevos valores en las clínicas para facturar con un nuevo nomenclador. El ISJ también mantiene una cuantiosa deuda con prestadores privados a quienes tampoco cumplen, pero parece que a ese nivel la deuda no produce conflicto.

Es decir, con este corte "del crédito" como señalan con elegante eufemismo, los empresarios de la salud vuelven a utilizar a los afiliados y a las afiliadas del PAMl como rehenes en medio de una negociación por una actualización del costo de las prestaciones,  que puede resultar justa y necesaria, pero que no puede priorizar el lucro por sobre la salud de los jubilados de Jujuy. Cualquier  negociación que involucre derechos humanos básicos, debe extremar la tensión entre las partes so pena de afectar derechos inalienables de una población que hoy resulta la más vulnerable a la pandemia del Covid-19. Ningún negocio, por más noble que éste resulte, debe estar por sobre la vida de las personas.



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