JUJUY

Abajo la Reforma

A un año de la represión en el pueblo kolla Caspalá

La comunidad espera justicia ante la violencia institucional que instaló el gobierno de Morales para apropiarse de tierras comunitarias

A un año de la represión en el pueblo kolla Caspalá

A un año de la represión al pueblo kolla de Caspalá, jornada donde el gobierno provincial instaló el miedo en la gente, con gases lacrimógenos y balas de goma. Hubo 14  heridos y detenidos, en una localidad donde viven 350 habitantes con el fin de apropiarse de tierras comunitarias.

 En esa jornada, varios integrantes del pueblo resistieron la instalación de un obrador en la cancha que es el lugar de encuentro del pueblo y por el cual tienen  documentación que acreditan la titularidad de la propiedad.

La gente no está en contra de la obra de la escuela al contrario, la necesitan, pero no en la cancha hay otro terreno.

Fue el 18 de noviembre de 2022, día de conmemoración de la Autonomía política de Jujuy, fue feriado provincial y ese día el pueblo amaneció con varias camionetas y efectivos de infantería de la policía de la Provincia, convirtiendo en una pesadilla esa tarde. Los efectivos sin mediar diálogo, no dudaron en disparar a la comunidad.

El pueblo distante a 240 km de la capital jujeña, un valle de altura considerado por la Organización Mundial del Turismo como uno de los diez mejores pueblos del planeta. Caspalá está anclado en el departamento Valle grande, a más de 3500 metros sobre el nivel del mar, un pueblo con una gran identidad cultural.

Transcurrió un año, un pueblo que se desarrollaba en armonía entre sus habitantes señalando abuso de autoridad  del comisionado Natividad Apaza (radical) que era miembro de la comunidad y después se fue,  traicionó y maltrató a su pueblo.

Ese 18 de noviembre, Sixto Balcarce integrante de la comunidad, trabajaba en el Registro civil del pueblo, sus familiares denunciaban la desaparición del hombre, que al mes apareció en Bolivia. Un hecho que también fue en el marco de la persecución del comisionado municipal.  

En mayo pasado en las elecciones provinciales, el pueblo castigo a Apaza y cambio de signo político, fue una respuesta  al avasallamiento de derechos que padece la comunidad.

A un año, el pueblo se encuentra dividido, atravesados por la violencia institucional ya que continúan amenazas, persecuciones y medidas judiciales que frenaron la obra del gobierno enmarcadas en una serie de irregularidades. 

 Caspalá es un claro ejemplo de la manera en la que la gestión de Gerardo Morales avanza con violencia sobre los derechos de las comunidades originarias, muy lejos del diálogo pacifista, solamente acorde a la reforma de la Constitución que hoy está judicializada por ser inconstitucional.

La Comunidad del Pueblo Kolla de Caspalá, está resistiendo, integran el Tercer Malón de la Paz que pide que se declare nula la Constitución de Morales, ya que no cumple la consulta libre previa e informada, y además avanza contra los territorios de las comunidades para el saqueo de los recursos naturales.

Morales, se apropio y pretende construir una escuela secundaria en Caspalá, hay una orden judicial que paralizo la obra aunque el gobierno provincial incumple la medida dispuesta por la justicia federal.

Es un espacio de grandes dimensiones donde se encuentra la cancha comunitaria del pueblo, que tiene toda una historia ya que varias generaciones trabajaron para nivelar ese terreno. Y ser lugar deportivo para encuentro con equipos de futbol de la zona en verano. Es en ese terreno que tiene un lugar privilegiado, es allí donde Morales quiere construir una escuela, aunque los vecinos dicen que será un hotel.

El pueblo tenía un terreno destinado para la escuela nueva, habían comprado en la gestión del ex comisionado Coronel, y donde la matricula escolar es de 50 alumnos. Terreno que hoy ocupa la gente del comisionado.

Luego, el gobierno expropió la finca de Pablo Cruz Moyoja para construir una cancha, que reemplace la que busca apropiarse. Las maquinarias del gobierno de la provincia arrasaron en el terreno con sembradíos, árboles autóctonos y hasta con un sitio arqueológico que preservaba la familia.

En el pueblo ese 18 de noviembre se suspendió a la vocal Rosa Apaza (PJ) la acusaban de haber instigado la resistencia de la gente en la cancha.

A un año, el pueblo espera justicia ante todo el atropello que han vivido, realizaron una serie de medidas judiciales, reuniones en varios organismos nacionales.



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