JUJUY

Editorial

De la mano de Gerardo Morales en Jujuy reina la violencia institucional y de género

Tanto el diputado Marcelo Nasif como el fiscal general de MPA, Sergio Lello Sánchez son apañados por el gobernador ante las reiteradas denuncias de violencia que pesan en contra de ambos, lo que legitimas sus prácticas

Fotomontaje Jujuy Dice
Fotomontaje Jujuy Dice

 

La doble vara de los legisladores y legisladoras del boque oficialista no estaría a favor de dar un tratamiento real al pedido de remoción del diputado Marcelo Nasif, ante la denuncia e imputación que pesa contra su persona por violencia de género.

Tras la primera sesión extraordinaria en la legislatura el martes último, el diputado luego de escuchar el pedido de remoción de su banca, cuestionó a los legisladores de la UCR por no defenderlo.

Nasif en el recinto, intentó pedir la palabra, pero ya había finalizado la sesión, su salud le facturó el momento de indignación y se descompensó, pero ya se recuperó.

Legisladores de la UCR habrían acordado acompañar a Nasif, quien es su aliado, para que siga en su banca. El argumento para rechazar la remoción es que el legislador está imputado por hechos de violencia que sucedieron fuera del ámbito legislativo.

Si bien, el pedido de remoción deberá tratarse en comisión como adelantó el presidente del bloque de la UCR Alberto Bernis, este no se expresó a favor de esa moción ni repudió al violento legislador, dando a entender tácitamente que el caso sería archivado.

 

Un estado cómplice

Los poderes del estado deberían demostrar una real independencia y proceder en consecuencia con casos que involucran a funcionarios, así como expresa la nota de agrupaciones de mujeres que solicitan la remoción de Nasif, la que no habría falta si los poderes del estado cumplieran su rol.

La causa iniciada al legislador en cuestión continúa siendo investigada judicialmente, a pesar de la contradenuncia que realizó Nasif contra el vicegobernador y presidente de la Legislatura Carlos Haquim. La víctima, la abogada patrocinante y empleados de la Legislatura señalan a esta última como una causa armada.

Jujuy sancionó la ley de emergencia en violencia de género, que ya cumplió un año y las denuncias han aumentado un 20%, así lo expresó el fiscal especializado en Violencia de Género, Alejandro Bossati. 

Nasif votó la norma y hoy se ampara en su rol de legislador y responde con más violencia a la víctima y encima es el bloque de la UCR que avanza con doble vara sobre una acusación tan grave que cae en un legislador.

Mientras avanza la investigación, son las redes sociales donde los comentarios y perfiles reales dan cuenta de las actitudes de Nasif con trabajadores.

Es el caso de Esteban Aucapiña, que realizó un descargo expresando “Hoy salgo a hablar de este personaje. Que pareciera que es impune. Y puede hacer lo que se le antoja. El hecho por el cual se lo denuncia es verdad y pasó en reiteradas veces. Hoy esta persona quiere llevar la atención para otro lado”.

“Yo fui su secretario y se cómo se maneja él y su señora (que dicho sea de paso tendría que ver bien con quién se casó). Digo fui, porque me echó como un perro. Solo por reclamarle por trabajo para los compañeros, los cuales están precariamente con un plan”, señaló.

“Él tiene su partido Encuentro Jujeño y una asociación fantasma que sabrá cómo manejan los números. Toda la plata va a su bolsillo. Yo comencé en el año 2015 con este señor. Desde esa fecha vi como recibían los compañeros maltratos de toda índole.”

“El tema que él retiene plata a sus empleados es verdad. A mí me lo hacía y lo hace con ex compañeros. 10 mil pesos me sacaba queriendo más. Hoy los que lo defienden pasan lo mismo y lo hacen por miedo.”

“Yo le perdí el miedo por eso me echó en complicidad con la que hoy es diputada la señora Batallanos. En su momento lo denunció el compañero Gaspar que hoy ya no está. Esa causa quedó archivada. Me dirán y porque no lo denunciaste de nuevo. ¿Para qué? ¿Para qué se archive?”

“Dice ser peronista cuando lo único que sabe es hacerse el buenito y sacarse fotos con Gerardo y su señora. Espero no salga impune de esta causa por un hecho que existió, porque él es así. Tuvo denuncias hasta de su familia. Los ex compañeros de Encuentro Jujeño, no lo defiendan se van a quemar las manos.”

“Yo lo hice alguna vez y me arrepiento. Ahora sale diciendo que todo es un armado o asociación ilícita del vicegobernador Carlos Haquim. Primero era la fecha, no sabe para dónde ir. Que diga la verdad... que lo hizo o que renuncie como diputado que le queda grande el saco. Espero que el gobernador Gerardo Morales haga respetar la justicia. Con esta persona sufrí violencia verbal, psicológica que hasta hoy lo sigo padeciendo. Este año perdí a mi padre y solo quiero que se haga justicia y que este personaje no siga caminando tranquilamente. Lo que denuncia la señorita Maidana es verdad y no un armado político”.

Pero el caso de Nasif no es aislado. Ya tuvo repercusión nacional las repetidas denuncian contra el Fiscal Sergio Lello Sánchez, a cargo del Ministerio Público de Acusación. Dos mujeres lo denunciaron por repetidos hechos de violencia laboral y de género. También un empleado hizo público el violento proceder. Lello Sánchez a su antojo insulta y maltrata a mujeres y varones, las y los traslada de destino a discreción, pero en Jujuy nadie hace nada.

La impunidad en esos ámbitos gubernamentales donde la violencia de género, laboral e institucional son moneda corriente, permea con su pésimo ejemplo a todos los estratos de la sociedad. Pero Gerardo Morales cuida a sus aliados, legisladores y funcionarios como Nasif y Lello Sánchez, que son violentos abiertamente porque saben que cuentan con la cobertura del primer mandatario ante cada hecho que sale a la luz.

Lo personal es político. Nunca más cierto que en Jujuy, porque esos casos de violencia de género y laboral se continúan con la violencia institucional que Morales ejerce a través de su policía, con la que fuera de todo límite democrático, infiltra y espía a medios de comunicación y organizaciones sociales para luego perseguirlos con causas judiciales, en un vano intento de evitar la protesta social. Pero no se puede tapar el sol con la mano, siempre habrá organizaciones del pueblo dispuestas a expresar el malestar de la gente jujeña ante un gobierno que sólo propone violencia y sueldos de miseria.

Jujuy es una provincia donde la violencia de género, laboral y social se ha institucionalizado porque es promovida por Gerardo Morales, justamente quien decía que venía a desterrar a “los violentos”.



Amiga y amigo lector: para seguir informando sin condicionamientos requerimos tu colaboración

Tu aporte mensual se registra con Tarjeta de Débito o Crédito por Mercado Pago con los datos protegidos.