Cauchari, el Tren Turístico Solar, algunas de las obras que Gerardo Morales impulsó para el “cambio de la matriz productiva”, pero que dejó una importante deuda en moneda extranjera a la provincia y por lo que este año debe pagar más de 65 millones de dólares.
Gastón Remy, economista y diputado del FIT Unidad, señala horas atrás en sus redes sociales “en 2024 vencen 65,36 millones de dólares=850 son 55.556 millones de pesos”, indicó haciendo el traslado de la deuda a la moneda nacional.
Asimismo, agregó que en el tercer trimestre de 2023, el superávit de la provincia fue de casi de 20 mil millones de pesos, por lo que el dirigente de izquierda lanzó “para evitar el default como La Rioja, Sadir acelerará la licuación de salarios y gasto social. ¡Basta! Hay que ajustar a los ricos”.
El análisis del economista se basa en la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de trabajadores de la administración pública, la única manera por la cual la provincia puede lograr recaudar más de lo que gasta.
El 2023 fue un año convulsionado para Jujuy, en el marco de la reforma parcial de la Constitución, sindicatos apuntaron al cercenamiento del derecho a la protesta. En paralelo, los gremios docentes mayoritarios iniciaban un paro por tiempo indeterminado frente a los salarios de pobreza que percibían. La medida de fuerza logró lo que no ocurría desde que Gerardo Morales asumía la gobernación, docentes recuperaban parte del poder adquisitivo perdido por la inflación.
El logro se vio opacado por la decisión del Ejecutivo de descontar los días de huelga, debiendo llegar a instancia judicial, en algunos casos.
La intransigencia de los sindicatos se debía a los incrementos salariales siempre a la baja e impuestos por el gobierno de Morales, que aducía que eran las posibilidades que tenía de mejora, mientras que también anunciaba como logro el superávit fiscal. ¿Cómo era posible esto?, bajo la gestión de Alberto Fernández, los fondos de la coparticipación, que nunca dejaron de llegar, fueron creciendo en volumen. Eso no se tradujo en mejoras salariales para estatales, pero sí un mayor flujo de dinero para las arcas provinciales.
A pesar de ello, la situación financiera de la provincia es compleja, a la deuda que mantiene con el Estado nacional (que hace peligrar los fondos de la coparticipación, tal como intentó aplicar Javier Milei con Chubut), debe sumarse la deuda en moneda extranjera que tomó Morales.
Los números prometidos de Cauchari y los reales, son el problema. Para su construcción, la provincia solicitó crédito al Eximbank of China con una tasa anual de 3% y un plazo de 15 años, con un período de gracia de pago del capital de 5 años, así, a partir del quinto año, la provincia debe pagar los intereses y el pago del capital. En marzo de 2019, Remy señalaba que por intereses la provincia debía pagar unos 5,4 millones de dólares anuales, más otros 33,1 millones (también de dólares) por la cuota del gasto de capital.
Asimismo, el Estado provincial también emitió un “Bono Verde” en Wall Street para completar el financiamiento del parque solar. De esta manera se tomaron U$S 210 millones de deuda a 5 años con una tasa del 8,625 % anual y con vencimientos semestrales. De esta manera, por año se pagan U$S 10,6 millones de intereses.
Ahora, las ganancias obtenidas, según las estimaciones del propio gobierno de Morales, era que la plata fotovoltaica iba a generar un ingreso anual de U$S 50,4 millones, al señalar una capacidad de generación de 300 MW (algo que en la realidad no ocurre), por lo que la cuenta de Remy señalaba que el pago del crédito debía extenderse por 22 años, periodo que excede la vida útil de los paneles solares, por ende, Cauchari ni siquiera iba a poder pagar la deuda que generó.