Los resultados cosechados en las elecciones del 26 de octubre fue una advertencia para el gobierno de Sadir: tras una década de triunfos en las urnas, los últimos comicios dejaron al oficialismo en segundo lugar y gran parte de sus votos se dirigieron a La Libertad Avanza, por lo que el mandatario habló de cambios en su Gabinete, aunque fue el hermano de Gerardo Morales, quien puso el 10 de diciembre como fecha límite de la reestructuración del gobierno.
Fue el pasado viernes que el jefe de Gabinete, Freddy Morales envió un memorándum a todos los ministros, los fiscales de Estado, titulares de organismos descentralizados y hasta directores de empresas estatales para que presenten su renuncia hasta la fecha estipulada.
“De conformidad a lo dispuesto por el Sr. Gobernador de la provincia, solicito a los titulares de las dependencias arriba detalladas se sirvan de poner a disposición sus renuncias a los cargos que ocupan y la de sus funcionarios dependientes”, detalla el documento.
Sin embargo, lo llamativo es que el memorándum, si bien indica que es por una orden del gobernador, el mismo sólo lleva la firma de Freddy Morales.
Memorándum de renuncias
Hasta el momento se desconoce si funcionarias y funcionarios cumplieron con la orden del jefe de Gabinete que está en funciones desde el 2015, cuando Gerardo Morales -su hermano- le tomó juramento como secretario general de la Gobernación.
El memorándum revela lo que desde hace rato se rumorea en los pasillos de Casa de Gobierno respecto a la ruptura entre el ex gobernador y su sucesor Carlos Sadir, quien heredó gran parte del Gabinete, con excepción del ministro de Hacienda, Federico Cardozo y su par de Desarrollo Humano, Marta Russo Arriola, mientras que el resto de las carteras no se modificaron las conducciones designadas por Gerardo Morales, quien ha intentado en varias oportunidades retomar la actividad pública desde el escándalo nacional de la detención de los tuiteros que publicaron sobre una supuesta infidelidad de su esposa Tulia Snopek. La caída de la imagen del dirigente radical se inició con lo que fue la Reforma (In)Constitucional: la represión desatada contra cualquiera, detenciones arbitrarias, armado de causas bajo el delito de sedición y la violación de la propia Carta Magna provincial vigente que le impedía ser convencional constituyente, rol que igual ocupó, parte del escenario por el cual Gerardo Morales sigue sin poder estar compitiendo en ninguna lista. A pesar de ello, sigue manejando detrás del telón gran parte de los estamentos del Estado donde también nombró a una veintena de familiares.
