A pocos días de cumplirse nueve meses del asesinato a sangre fría de Ivo Torres, la familia se enteró de casualidad que los gendarmes procesados por el homicidio serán traslados a Misiones para cumplir servicio nuevamente.
Fue en la audiencia del martes que el abogado Sebastián Espada tomó conocimiento que el subalférez Ezequiel Ghunter, el cabo 1º Marcos Wysniewki y la cabo Juliana Enciso ya se encuentran trabajando nuevamente en el organismo, aunque en otra jurisdicción. Los tres gendarmes son señalados dentro de la causa como cómplices del asesinato ocurrido en La Quiaca cuando Ivo Torres se trasladaba en una moto. A corta distancia y por la espalda, el sargento Walter Daniel Álvarez, siendo el único detenido hasta la fecha por ser sindicado como el autor material del asesinato.
“Desconocemos las razones de esta disposición de Gendarmería. Estos efectivos pasaron de estar en situación de disponibilidad a operar nuevamente en la fuerza, pese a su situación procesal. Es grave desde lo jurídico y desde lo humano”, expuso el abogado de la familia del joven de 22 años asesinado el 6 de febrero luego de cruzar desde Bolivia a Jujuy por un paso ilegal.
Frente al intento de impunidad y a la espera que la causa sea elevada a juicio, la familia de Ivo analiza realizar una presentación para que se de marcha atrás con el traslado. Este viernes, la querella llevará su planteo a la audiencia que tiene con el fiscal.
Cabe recordar que la imputación contra los 4 gendarmes del Escuadrón 21 en La Quiaca de Gendarmería Nacional fue formalizada el 9 de febrero último por el fiscal federal Sebastián Jure, de la Unidad Fiscal Jujuy, ante la jueza federal de Garantías N°2, Carina Gregoraschuk por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por cometerse abusando de su función por un miembro de una fuerza de seguridad.
Según la acusación, allí los imputados estaban apostados como patrulla con un móvil identificado con el logo de Gendarmería Nacional cuando, alrededor de las 10, vieron ingresar desde Bolivia a territorio nacional a Torres, quien se movilizaba en una motocicleta en dirección a La Quiaca.
Ante la presunta omisión de acatar la voz de alto, se inició una persecución, en la cual los gendarmes -según sus reportes del hecho- hicieron disparos al aire, a modo de advertencia. Todos terminó en el barrio Praderas del Norte, donde el motociclista se desvaneció y quedó tendido en una calle de tierra.
Ivo Torres murió allí. Tenía un disparo en la espalda y otro en la pierna. Entre sus cosas las cosas que llevaba se encontró una pequeña cantidad de hojas de coca y golosinas.