"¡No me dejan laburar!" Expuso el artista callejero Camilo Wayar que hace 8 años baila en la peatonal, otra vez fue multado con dos actas contravencionales que representan más de 100 mil pesos.
Desde ayer, el conocido bailarín protesta con una cruz y una corona de espinas apelando a las autoridades municiales a poder trabajar. La protesta que inició Camilo es en sintonía a una de las escenas religiosas de Semana Santa.
Una serie de carteles explican el porqué de su reclamo en la peatonal. Los permisos municipales parece no tiene validez o será la burocracia que no permite que Camilo baile en la peatonal.
“La semana pasada vinieron los inspectores me dijeron que no podían trabajar, me quede atrás de los parlantes esperando a mi hijo. La gente se acercó a defenderme y los inspectores me hicieron una multa que es de un costo elevado” expresó Camilo angustiado.
“Fui a hablar con el director, el sub director de la muni. Luego el subdirector me dijo anda a bailar mientras hagamos el permiso. Vengo a bailar el miércoles y otra vez me hicieron otra acta” relata el artista callejero que es cuestionado, así como artesanos que también han sido multados por estar trabajando en la calle.
“Veo que la palabra del subidirector no vale, porque me dijo que baile pero igual me hicieron el acta, también Gastón Millón había ordenado que pueda trabajar;pero igual me hacen el acta. Ahora me veo obligado a reclamar y me estoy crucificando en símbolo de protesta de manera pacífica porque vivo de esto” expresa mientras los transeúntes se solidarizan con el bailarín
“Voy a seguir reclamando hasta que me den el permiso escrito, cuando voy a tramitar no se puede sacar el permiso. Entonces voy a esperar que ellos me hagan el permiso que sean sin pagar el cannon porque no puedo pagar. Le dije al director que no estoy en condiciones de pagar soy artista callejero y lo que gano es para comer” explica.
Camilo, fue multado el año pasado en setiembre y ante el reclamo, y la repercusión en los medios continuo trabajando con unos permisos limitados. “El subidrector me anulo esa multa, pero me advirtió que no se anulara otra”.
“Voy a luchar por mi fuente de trabajo y por el permiso escrito que me piden. No me queda otra que protestar, no me dejan bailar”.