Alegando fines turísticos, un ciudadano boliviano intentó cruzar al país a través del paso en La Quiaca, aunque la conducta esquiva alertó a personal de Aduana y detectó en su mochila llevaba 99 explosivos.
El hecho ocurrido en la jornada del miércoles cuando “agentes aduaneros apostados en el Paso Fronterizo Internacional La Quiaca-Villazón estaban realizando los debidos controles sobre las personas que ingresaban a nuestro país cuando un escáner arrojó imágenes inquietantes de una mochila”, detallaron desde el organismo en un comunicado.
En principio, se creyó que el contenido de una caja de pequeñas dimensiones eran proyectiles, pero ante la consulta de trabajadores al ciudadano boliviano quien evadía la mirada y respondía de forma breve, se resolvió analizar en detalle la mochila del hombre.
De esta manera se constató que “no eran proyectiles lo que habían advertido, sino fulminantes de ignición que podrían funcionar como explosivos. Para ser precisos, una caja de pequeñas dimensiones con 99 fulminantes comunes, accesorios utilizados en la elaboración de explosivos”, detalló la Aduana.
A modo de excusarse, el hombre sostuvo que trabajaba en el sector de minería y que había olvidado sacar los explosivos de la mochila.
En consecuencia, la Aduana secuestró la mercadería, cuyo valor ronda en los 400 mil pesos.
Clasificados como explosivos Clase A - 1 (accesorios de voladuras destinados a iniciar altos explosivos), la Aduana dio lugar para que interviniera la Unidad Fiscal Federal de Jujuy, además de establecer una infracción correspondiente al artículo 977 del Código Aduanero, motivo por el cual el ciudadano boliviano podría ser multado por una suma que supera el millón de pesos.
Ello, porque la ANMaC - Agencia Nacional de Materiales Controlados- exige que se tenga autorización previa (aunque no se aclare el motivo del destino de los explosivos) para obtener un ingreso legítimo de la mercadería al territorio aduanero.