Tres inspecciones oculares pospuestas y pruebas de la legitima posesión le dio una pequeña victoria a la comunidad aborigen de Guerrero que, tras 7 meses de lucha logró recuperar parte de las tierras que fueron despojadas por parte de la familia Jenefes.
Es la zona de Puesto Nogolar sobre la cual la familia Cruz-Bustamante logró que la justicia impidiera el avance, decretando la orden de no innovar hasta se concrete la inspección ocular el 11 de julio. La misma fue pospuesta tres veces ante la imposibilidad de los Jenefes de comprobar su propiedad, además que el mismo territorio no forma parte del proceso judicial.
Por el contrario, las familias indígenas sí lograron acreditar la legitima posesión, exponiendo que allí se encuentra sepultado el tatarabuelo Casiano Bustamante desde 1800, teniendo como prueba el archivo histórico del Registro Civil. Asimismo, la comunidad kolla de Guerrero cuenta con la carpeta técnica del ReTeCI -Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas- desde 2017 donde se reconoce la posesión ancestral de las tierras.
A pesar de ello, los abogados de Jenefes insistirán con quedarse con las tierras.
En paralelo, la lucha que está dando la comunidad es otra: poder recuperar los animales que les fueron quitados. En ese sentido, las familias afectadas denunciaron el robo de animales que habían quedado en la casa de Puesto Nogolar.
Según indicaron, por orden de Pablo Jenefes, el vicepresidente de la Federación Gaucha, Roque González se llevó terneros que había allí para Alto Guerrero. “Es un empleado servil de los grandes patrones finqueros llamados terratenientes. Cuenta con la protección de los Jenefes y ahora de Ramiro Carrizo que le designó como encargado para amenazar y hostigar a la familia del Puesto Nogalar y destruyendo la casa que las pertenecía de la familia”, indicaron las familias de la comunidad de Guerrero.
Asimismo, detallaron que otro empleado los amenazó con machetes, por lo que se pidió a la policía que investigue el hecho.