Una nueva asamblea del SOEAIL sin cumplir con las requisitorias del llamado que terminó de la peor manera: trabajadores azucareros reprimidos por la policía y el intento de proscribir a delegados que luchan por la reincorporación de obreros despedidos.
Fue el pasado 18 de diciembre -mismo día en que en todo el país se desarrollaron movilizaciones para rechazar la reforma laboral- que la conducción de Luciano Lezano concretó la asamblea donde se mocionó la sanción disciplinaria para Daniel Nina, Joaquín Moreno y Gonzalo Mercado, este último delegado del taller de cosecha que pretende renovar cargo el próximo 5 de enero, fecha en que obreros deberán elegir 48 representantes. Según indicaron trabajadores azucareros, la moción en la asamblea irregular (Lezano la convocó un día antes en una conferencia de prensa) la presentación ni siquiera la realizó un afiliado al sindicato, señalando que la maniobra fue dispuesta por el secretario general.
Si bien los cuestionamientos a la conducción de Lezano viene desde hace largos meses (fue denunciado por el abandono a una afiliada de la obra social OSPAIL a quien se le negó la medicación y terminó falleciendo, como así también el arreglo que está negociando el secretario general con la clínica Sagrado Corazón, propiedad del libertario Manuel Quintar, por lo que reconocería una deuda millonaria), el despido de alrededor de 20 trabajadores en el Ingenio Ledesma por los cuales el sindicato nunca se expidió en su contra fue la gota que rebalsó el vaso. Fueron los propios damnificados junto a los delegados (uno de ellos sobrino de la mujer fallecida) que afrontaron la resistencia con una permanencia en las puertas de la fábrica desde hace más de 50 días y que Lezano quiere expulsar.
El abogado y uno de los trabajadores heridos por la represión en el SOEAIL
Así, este martes a las 18 se convocó a una nueva asamblea extraordinaria para definir la situación de los delegados autoconvocados, teniendo en cuenta que de ello depende la candidatura de Gonzalo Mercado como delegado.
“Trabajadores afiliados al SOEAIL asistimos a nuestra sede sindical por una supuesta asamblea extraordinaria, sin convocatoria legal alguna, siendo impedidos de ingresar, dejamos constancia que cientos de trabajadores y afiliados, incluyendo despedidos quedamos afuera de nuestro sindicato y fuimos reprimidos por la policía, que bloqueó el portón, sumando compañeros con lesiones. Defendemos la democracia sindical. No a los despidos ni expulsiones en el sindicato”, señala el acta que fue firmada Daniel Salcedo, secretario de Actas del SOEAIL, junto a los delegados que intentan ser expulsados y trabajadores.
Fue el impedimento al ingreso lo que generó la represión: trabajadores quisieron ingresar a la asamblea y efectivos replegaron el intento. El saldo fue trabajadores heridos, incluso el abogado del CEPRODH -Centro de Profesionales por los Derechos Humanos- Mauro Tabak recibió un golpe en su cabeza.
Entre quienes manifestaban su apoyo a los delegados autoconvocados se encontraba la diputada de la izquierda Lamia Debbo y su compañero de bloque, Gastón Remy quien señaló “la policía reprime para defender la expulsión de delegados que enfrentan 300 despidos. Así empieza la reforma laboral de Milei, con el gobernador Sadir mandado la policía. La familia del genocida Blaquier agradecida. No pasarán”.
