Un bono de 50 mil pesos que ni siquiera a llega a cubrir el costo mensual de trasladarse en colectivo a sus lugares de trabajo y anuncios de desprecarización laboral que todavía no se cumplen, fueron las acciones que tomó el gobierno de Carlos Sadir previo a las elecciones del 11 de mayo para ganarse algún apoyo extra en las urnas. Sin embargo, la dificultad económica de trabajadores estatales continúa y que gremios esperan llegar a un acuerdo en lo que serán las próximas reuniones paritarias que se retomarán el 6 de junio.
“Estuvimos conversando con el ministro de Hacienda, Federico Cardozo, para ver cómo comenzamos. Pero no hay problema con ninguno”, sostuvo el titular de la cartera de Gobierno y Justicia, Normando Álvarez García, adelantando la fecha en que las partes volverán a definir mejoras salariales.
Los encuentros comenzarán apenas finalizada la liquidación de los haberes de mayo, los cuales no tuvieron ninguna actualización, pese a la promesa que hizo el Ejecutivo de discutir paritarias mes a mes y que generó el malestar generalizado de los sindicatos.
Tal como vienen sosteniendo desde 2024, los gremios esperan que el piso salarial sea acorde al costo de vida, teniendo como referencia la valuación de la canasta básica familiar, la cual en abril escaló a poco más del millón de pesos. Lejos de ello, el básico docente -sector que el Ejecutivo toma como ejemplo para aplicar las mejoras- apenas cubre la mitad de la canasta.
Más allá del reclamo, la postura del Ejecutivo será siendo la misma, los incrementos estarán atados a la suba de precios. “Sabemos que los gremios plantean la canasta básica y la igualación, cosa que a veces es más difícil, pero la idea del Gobierno es ir avanzando y dar respuestas dentro de las posibilidades”, sostuvo García y agregó “la idea es ir mes a mes, viendo que el incremento supere la inflación para que la gente pueda sobrellevar la situación económica”.