JUJUY

Editorial

En Jujuy el sistema electoral ya no representa a todos los votantes

El piso electoral del 5% impuesto por el Código Electoral provincial ha dejado al 45% de los votantes jujeños sin representación legislativa. La abstención fue la primera fuerza electoral. El peligro de la pérdida de representación democratica.

En Jujuy el sistema electoral ya no representa a todos los votantes

 

Los comicios del pasado domingo, dejaron algunas certezas y muchas incertidumbres. Si bien el resultado de las elecciones es inapelable, y el Frente Cambia Jujuy es decir Gerardo Morales, fue el cómodo ganador, de acuerdo a los datos del escrutinio provisorio; los cómputos una vez traducidos en diputados que conformarán la Legislatura, dejan expuesto un grave problema de representatividad de nuestro sistema electoral.

De hecho luego de las elecciones del domingo pasado quedan sin representación legislativa alguna nada menos que el 45 % de los ciudadanos que emitieron su voto.

¿Cómo llegó la provincia a tamaño disparate antidemocrático?

El principal problema es el piso del 5% del padrón electoral que nuestro Código Electoral impone a cada partido para que sus candidatos puedan acceder a la legislatura y a la representatividad proporcional por número de sufragios del sistema D´Hont.

Ese Código Electoral, normado por la Ley 4164 sancionada en 1985, establece en su Artículo 50 que en la elección de legisladores provinciales cada lista debe obtener un “Número mínimo de votos” ya que “No participarán en la asignación de cargos de Diputados las listas que no obtengan el CINCO POR CIENTO del total del padrón electoral de la Provincia.”

En la práctica esa disposición tiende a consagrar el bipartidismo en la provincia, y que los partidos con más votos: UCR devenida en Cambia Jujuy de Gerardo Morales y el Partido Justicialista, ahora Frente de Todos-PJ de Rubén Rivarola se lleven todos los diputados en juego, quedando de hecho sobre representados sus votantes en la Cámara de Diputados provincial, problema que se agrava porque Jujuy tiene un Poder Legislativo unicameral.

Veamos que ocurrió el domingo. Había en juego 24 diputados en las elecciones.

El ganador de las elecciones de acuerdo al escrutinio provisorio, Frente Cambia Jujuy obtuvo, el 41,69% de los votos válidos (afirmativos más votos en blanco) y el Frente de Todos PJ obtuvo el 13,45 % de votos. Entre los dos obtuvieron el 55,14 % de todos los votos válidos. Sin embargo ese 55,14% de los votos se lleva el 100% de los diputados en juego: 18 Cambia Jujuy y 6 el Frente de Todos PJ.

El 45% restante de los votantes jujeños no tienen ninguna representación legislativa, ya que eligieron espacios políticos que no alcanzaron a obtener el piso electoral del 5%. Como éste se calcula sobre el Padrón Electoral Total que eran 569.424 electores, esos partidos debían obtener al menos 28.472 votos para siquiera participar de la asignación de cargos legislativos. Y ninguna llegó (al menos hasta ahora en el conteo provisorio).

Se da la paradoja, de que el partido que resultó tercer fuerza a nivel provincial, el Frente de Izquierda Unidad, como no llega al piso por un millar de votos, no tendrá ni un representante en la legislatura.

Como venían ya manifestando desde la Izquierda, el piso electoral jujeño es no sólo proscriptivo sino también profundamente antidemocrático.

Porque tiende a reforzar el sistema bipartidista en Jujuy con consecuencias nefastas para el funcionamiento democrático. La falta de representatividad del sistema electoral, se transforma en un sistema político que sólo representa en la legislatura los intereses –a veces puramente comerciales- de quienes lideran los partidos mayoritarios.

Por otro lado la exigencia del piso electoral impide el surgimiento de fuerzas políticas nuevas y de los intereses y aspiraciones de los ciudadanos que ellas representan: los espacios políticos que surgen, se ven obligados a “nacer caminando” ya que de movida deben obtener una gran cantidad de votos para obtener un escaño. De modo tal que muchos simplemente desaparecen, o se ven obligados a formar parte de forzados contubernios con partidos y figuras de alguna trayectoria para poder ser competitivos.

La abstención como síntoma

Pero además el cálculo de los porcentajes de votos que determinarán la representación legislativa, aquel 41,69% de Cambia Jujuy y el 13,45% del Frente de Todos PJ que se llevarán los 24 diputados en juego, se hace sobre los votos válidos emitidos el día de la elección.

Fueron 380.628 los sufragios válidos (363.651 afirmativos más 16.977 en blanco) siempre según el escrutinio provisorio con 98,39% de mesas contabilizadas. Y el total de votos emitidos el domingo pasado, sumando votos nulos, recurridos y de identidad impugnada a los válidos, fueron 391.892.

El padrón electoral total era de 569.424 electores, eso significa que 177.542 jujeños no fueron a votar. La participación fue del 68,8%, la más baja en 20 años en las elecciones democráticas jujeñas, y el porcentaje de abstención fue muy elevado: el 31,2 % de los ciudadanos no fue a votar (y es realmente difícil creer que más de 177 mil jujeños estén atravesando por el covid-19 u otros padecimientos).

En realidad la primera fuerza electoral en los comicios del domingo fue la abstención con un porcentaje del 31,2 de los electores. Otro grave indicio de la falta de representatividad de nuestro sistema electoral y político.

Ahora si, haciendo un ejercicio hipotético, relacionáramos los votos obtenidos por los partidos “mayoritarios”, al padrón total electoral –esos casi 570 mil electores- y no sólo entre los votos válidos como en realidad se cuenta, nos encontramos con que Cambia Jujuy tendría el 26,6% de los votos del padrón y el Frente de Todos-PJ el 8,5 %. Es decir que sólo el 35 % de todos los votantes habilitados son los que termina siendo representados legislativamente.

Un problema para la democracia

El piso electoral impuesto en Jujuy ya es un problema mayor para la democracia. Y debe ser corregido, porque la falta de representatividad de nuestro sistema electoral, aunque en el corto plazo genere beneficios para los partidos gobernantes que se mantienen en el poder, pone en riesgo un bien superior: la democracia misma.

Es la representación democrática la que está siendo cuestionada en la provincia–y los porcentajes de abstención deben ser seriamente tomados en cuenta por los políticos- por un sistema electoral y político que corre el serio riesgo de aislarse cada vez más de los intereses, aspiraciones y necesidades de las y los jujeños generando una crisis de legitimidad.



Amiga y amigo lector: para seguir informando sin condicionamientos requerimos tu colaboración

Tu aporte mensual se registra con Tarjeta de Débito o Crédito por Mercado Pago con los datos protegidos.