JUJUY

Apuntaron a la responsabilidad del Estado

Exigen la renuncia de Alejandra Martínez y otros funcionarios

Es por los dos femicidios ocurridos en Yuto. A pesar de las reiteradas denuncias que hizo Pamela Gorosito contra su ex pareja Javier Broy, estas no concluyeron en medidas de protección hacia la mujer y finalizó de la peor manera

Exigen la renuncia de Alejandra Martínez y otros funcionarios

 

Ya son 4 los femicidios ocurridos en Jujuy en lo que va del año, los últimos dos corresponden al de las hermanas Gorosito en Yuto, pese a todas las advertencias que había sobre el caso, es por eso, que distintos espacios y sectores de mujeres del departamento de Ledesma apuntaron a la responsabilidad del Estado sobre estas muertes y exigieron la renuncia de Alejandra Martínez y otros funcionarios.

En un comunicado, las agrupaciones expusieron la seguidilla de incumplimientos de leyes y protocolos de los diferentes organismos que derivaron en el trágico hecho: desde la Policía, jueces, el MPA y especialmente el Consejo de la Mujer y de allí el pedido.

“Exigimos la renuncia y el apartamiento de todos y cada uno de los funcionarios y funcionarias que tuvieron conocimiento de la situación de violencia y riesgo de vida que padecían Pamela y su familia.

Asimismo, apuntaron especialmente al apartamiento de Alejandra Martínez “como presidenta del Consejo de la Mujer, porque no cumple con su función, por inoperante, por soberbia, por no respetar la ley, porque es responsable hasta de la desinformación que llega a las familias de las víctimas”.

En ese sentido, manifestaron que la funcionaria “ya venía demostrando no estar a la altura de sus responsabilidades y atribuciones. Conocemos cantidades de casos en los que mujeres en situación de violencia no contaron con su acompañamiento. Lo sabemos porque estamos cerca de ellas, en el territorio, todos los días. El personal asignado al Consejo está sobrecargado, sus responsables no rinden cuentas de qué hacen con el dinero que reciben, los centros de asistencia sólo están disponibles algunos días de la semana y unas pocas horas por día”.

Los pedidos de renuncia también fueron para el ministro de Seguridad, Luis Alberto Martín, todos los jefes y policías que “no cumplieron con su función, porque no están preparados ni con la Ley Micaela, ni la Ley Iara, ni ningún protocolo de prevención, protección ni de búsqueda”.

Lo mismo para “jueces y fiscales que no cumplen con la perspectiva de género y su rol de cuidar a las víctimas, de proveer del servicio de justicia y en cambio propician la revictimización, haciendo que el acceso a la justicia esté cada vez más lejano”, indicaron en el documento.

Apuntando que los femicidios de Pamela y Ramona son consecuencia de un estado ausente, las organizaciones de mujeres señalaron que “sistemáticamente incumple y viola las mismas leyes que aprueba y desoye las voces de los sectores que venimos haciendo el trabajo que ellos no hacen, y lo hacemos en los territorios, en cada espacio de organización y contención, sin contar con las herramientas y recursos con los que cuentan funcionarios y funcionarias del gobierno de turno, judiciales y policiales”.

“Las vidas de Pamela y Ramona, de la mamá de ambas, Graciela, y de los cinco hijos e hijas que quedaron sin madres no volverán jamás a ser lo que eran, a pesar de que Pamela buscó de todas formas proteger su vida y la de su familia, ya que vivían todos aterrados por las amenazas del violento que fueron denunciadas en tiempo y forma, al igual que muchas otras mujeres que son víctimas de violencia y toman el coraje de denunciar.

Pero la burocracia y la indiferencia dejaron sola a Pamela”, destacaron.

Por ello, las mujeres de Ledesma señalaron que la justicia no sólo deberá recaer sobre el femicida, sino también “cada uno de los funcionarios y funcionarias que, desde el cargo que ocupan, no cumplieron con su función, abandonaron a Pamela y la dejaron a merced de su verdugo, que expandió su odio hacia las mujeres que la protegían y a las que él consideraba un obstáculo para poder seguir sometiendo y dominando a la mujer que consideraba de su propiedad. Por esta razón, el asesinato de Ramona también es un femicidio, pues estuvo determinado por el odio a su condición de mujer, hermana protectora que se llevó a Pamela a vivir fuera del alcance del agresor”.

Y aclararon “estamos en presencia de un doble femicidio. No vamos a aceptar otra calificación para este crimen. Nos preocupa que funcionarios judiciales consideren que “femicidio” corresponde sólo al asesinato de una mujer a manos de un hombre con quien mantenía un vínculo personal. Por el contrario, todas las definiciones coinciden, con matices, en que el femicidio es el ‘homicidio intencional de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia’”.

 



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