Un pedido desesperado de una madre para revincularse con su hijo, quien desde hace tres meses no puede ver por impedimento del progenitor, pero también por la falta de acciones de la justicia y las instituciones correspondientes.
El caso del niño Inti comenzó el pasado 7 de marzo, ese día, su papá, un efectivo de la Policía, lo retiró de la escuela y desde aquel entonces impidió que el menor mantuviera contacto con su mamá y toda la familia materna. También privó al niño de seguir realizando las actividades recreativas y formativas extraescolares.
Con un acuerdo de visitas entre la madre y el padre, el progenitor decidió romper interponiendo una denuncia contra la mamá aduciendo haber sido amenazado, por lo que la disputa quedó judicializada.
“Cabe destacar el carácter nocivo, agraviante, violento y revictimizante de la situación que mantiene incomunicados a madre e hijo desde hace más de tres meses y supedita la modificación del estado de la misma a las dilaciones y determinaciones del Tribunal de Familia Sala II, Vocalía 5 de la provincia de Jujuy, basada en una historia falaz y estigmatizante de parte del progenitor quien además abusa de su situación de poder y contactos, debido a que su profesión (policía de la provincia) se lo permite y despierta mayor preocupación en la madre, el saber que el mismo es portador de arma reglamentaria y consumidor de sustancias ilícitas”, señalaron desde la Red de Abogadas Feministas de Jujuy frente al caso que sigue sin solución.
En ese sentido, aclararon que “durante los meses acaecidos la mamá, quien es abogada y por tanto conoce las formalidades de la ley, fue respetuosa de los tiempos y modos de la justicia iniciando los procesos legales necesarios para recuperar a su hijo y poniéndose a disposición de la misma en todo momento”, subrayando la actitud de la madre para resolver el contacto con su hijo.
Y agregaron “actualmente atraviesa una instancia de total y absoluta desesperación por no poder comunicarse, ni tener acceso a un mínimo dato del estado de vida del niño después de compartir una convivencia diaria, donde todo cuanto formaba parte de su rutina lo involucraba. Inti, no solo vivió con ella todos estos años, sino que además debido al régimen de trabajo rotativo y de 24hs de servicio del progenitor, vivenció visitas con el mismo de carácter irregular, inconsistente y desordenadas, siendo la propia madre quien procuraba garantizar el contacto entre el progenitor no conviviente y una estructura de vida digna, sana y organizada para un niño de 8 años”.
El pedido de revinculación no es solo por parte de la mujer, sino también del mismo Inti, quien manifestó por medio de contactos la necesidad de reencontrarse con su mamá, “dato que hasta la fecha es desoído por las instituciones y por el propio padre de la criatura, anulando así el velo por el interés superior del niño”, cuestionaron las abogadas.
Frente a la inacción, la red de profesionales sostuvo “la causa, se encuentra plagada de acciones de manipulación evidentes por parte del progenitor y de la familia del mismo, nos preocupa lo que pueda suceder con la integridad del niño y con la integridad de una madre sometida a esta lógica violenta y a la falta de revinculación que hasta la fecha subsumieron su día a día a un estado de angustia y hundimiento emocional absoluto”.
Por último, exigieron que el menor y su mamá “se revinculen en un espacio terapéutico seguro y puedan volver a reunirse en un abrazo. Ningún niño crece feliz, si está lejos de una mamá que lo ama y extraña”.