JUJUY

Editorial

¿Para qué sirve no ir a votar o votar en blanco?

A días de las elecciones se multiplican los llamados a no ir a votar o votar en blanco. ¿Qué efectos tienen en la realidad de Jujuy esa forma de participación ciudadana?

¿Para qué sirve no ir a votar o votar en blanco?

 

Vivimos épocas de complacencia en la comunicación. Ni mejores, ni peores. Sólo épocas complacientes con el oyente, espectador o lector.

La comunicación digital facilita la medición en tiempo real de las audiencias y permite al emisor retroalimentar y reforzar la producción emitida que le está generando mayor consumo de su “producto”. Y buenas mediciones se terminan transformando en ingresos a través de auspicios y otros aportes.

El refuerzo y la práctica progresiva de ese feedback generan la captura de la atención de la audiencia.

Una audiencia inmersa en ese proceso constante de marketing digital, recibe cada vez más estímulos para consumir lo mismo y de la manera más sencilla. Es no sólo una cuestión de forma, también lo es de contenido. Son los contenidos “que generan más audiencia” y que “la gente quiere consumir” “los menos problemáticos” los más reproducidos por los medios que están en esa búsqueda. Aquí viene la foto de un perrito perdido y una noticia sobre el amante que huyó desnudo por un balcón en….Indonesia.

Cierto público recibe cada vez más “lo que quiere oir”, como golosinas, y se le escamotean los contenidos más complejos, los que no pueden entenderse a la primera leída, o tienen verdades contrastantes y requieren ser discutidos, masticados, procesados y pensados antes de ser asimilados. Muchos temas y enfoques que no generan, de movida, una aceptación y una complacencia absoluta, tienden a ser removidas de la comunicación mediática actual.

Sucede –peligrosamente- lo mismo con la proliferación de los discursos de odio. Se reproducen muchas veces fake news, estereotipos, lugares comunes que prejuzgan sobre una persona o un hecho en base a determinadas creencias y las refuerzan. El lector/espectador encuentra en ellas la confirmación de lo que su prejuicio esperaba. Esas noticias y contenidos generan reacciones con fuerte carga emocional que se reproducen, casi sin pensar, porque complace cierto morbo y funcionan como descargas catárticas.

Pero no hay allí ninguna comunicación de un hecho verdadero ni conocimiento real alguno se ha difundido. Porque –oh problema- la realidad es compleja. Esas reacciones emocionales airadas, iracundas, generan audiencia y por eso son estimuladas por algunos medios y por algunos políticos, sobre todo de la derecha. Al fin y al cabo “algo habrán hecho” esos “planeros que no quieren trabajar” y esas “mamas luchonas” que “se embarazan para cobrar la asignación”.

¿A qué viene todo esto? En otro plano, ya “sabemos” -de antemano, por eso el pre-juicio- que “todos los políticos son iguales” y “que se roban todo”. Una verdad que no requiere evidencia alguna. Así que ¿Para qué ir a votar? La solución es clara: ¡no ir a votar o votar en blanco!

No es la intención de esta columna salir a defender a los políticos, ya que en muchos casos se han ganado ampliamente esa mala fama. Sin embargo en otros casos no.

El problema de la consigna de abstención y voto en blanco es que se vuelve contra los propios ciudadanos y en realidad agrava el problema contra el que supuestamente se está reaccionando.

¿Para qué sirve no ir a votar o votar en blanco?

No sirve para nada. Podría pensarse que sirve para mostrar disconformidad con todo el sistema político, pero como no constituye un movimiento afirmativo con una voz pública que articule demandas ciudadanas determinadas, en los hechos no cambia ni produce nada.

O sí. En el contexto de Jujuy sirve para alimentar aún más la hegemonía legislativa del bloque gobernante Gerardo Morales-Rubén Rivarola. Sirve que los ciudadanos jujeños sigan sin poder controlar y auditar los manejos de las finanzas públicas. Y alimenta el hecho de que cada vez haya menos división de poderes.

El voto en blanco y la abstención se convierten así en cómplices de aquello que sus convocantes dicen querer combatir: “todos los políticos roban” ¿Por qué?

El voto en blanco mantiene el status quo

Hay múltiples razones. Electoralmente el voto en blanco, no cuenta a la hora de computar los porcentajes obtenidos por cada espacio político. Por lo tanto contribuye a aumentar la proporción de sufragios que obtiene cada espacio.

Si como marcan algunas encuestas, los partidos que tiene más legisladores hoy en la legislatura posiblemente se posicionen mejor en las elecciones, el voto en blanco tenderá a potenciar aún más esa representatividad.

Las elecciones del 27 de Junio son legislativas. Se votan a diputados y concejales que ejercerán nuestra representación en sus respectivos ámbitos.

El único espacio donde los jujeños participan a través de sus representantes del gobierno provincial es la Cámara de Diputados. Al otorgar el voto a un espacio político nuevo, y que proponga el control legislativo de los actos de gobierno, permitirá equilibrar el balance del poder y auditar por parte de los ciudadanos el manejo que hoy el gobierno hace de nuestro dinero sin ningún tipo de control.

Se impone el aparato

Por otro lado si es elevada la no concurrencia a votar, se impondrá el aparato de los partidos. Ya que ellos si llevarán a sus votantes a sufragar, movilizando los cuantiosos recursos que poseen y otorgando las dádivas y promesas que acostumbran. De ese modo frente a la abstención el porcentaje de los votos de los espacios hoy hegemónicos se incrementará. Mismo resultado: menor división de poderes, menor control de la ciudadanía de las cuentas públicas, mayor corrupción.

Alguien terminará decidiendo por usted

El derecho del sufragio es la oportunidad que la democracia ofrece a los ciudadanos para manifestarse de modo concreto y con efectos reales, sobre el proyecto de provincia que desea y también para expresar su opinión sobre el gobierno que la está administrando.

Si usted está disconforme con el gobierno de Gerardo Morales, o está desilusionado, es el momento para hacerlo saber. Aún más, si desea su continuidad pero está disconforme con excesos en el ejercicio del poder, una elección legislativa le permite balancear y contrapesar la hegemonía de un gobernante.

Por otro lado al no hacer una elección de quien lo representa, usted pierde la oportunidad de pronunciarse en contra de un estado de cosas con el que está en desacuerdo. Y mientras tanto los aparatos de los grandes partidos con oscuros acuerdos que obedecen a intereses comerciales, seguirán decidiendo por usted.

La democracia se debilita

Da la sensación que las reacciones airadas y destempladas, que originan las consignas “No ir a votar/ Vote en blanco” pondrían algo en marcha pero no es así. Más allá de una momentánea catarsis lo único que provocarán es un debilitamiento aún mayor de la frágil democracia existente en Jujuy.

Es cierto que el sistema de representación política en la provincia está deteriorado en favor de una alianza política y de negocios entre Gerardo Morales, Carlos Haquim, Rubén Rivarola y Guillermo Jenefes. Pero una buena elección, favorecida por la abstención y el voto en blanco, de los espacios que encabezan: Cambia Jujuy, Primero Jujuy y el Frente de Todos-PJ sólo profundizará aún más la falta de democracia, de división de poderes y de control ciudadano que existe en Jujuy.

No existen salvadores ni mesías, ni salidas autoritarias posibles. En nuestra democracia contamos nada más y nada menos que con nuestro voto para cambiar la realidad.

Faltan días para las elecciones, analice propuestas, estudie candidatos. Mire las trayectorias de cada uno. Hay referentes que ya han actuado en la legislatura y han dado sobradas pruebas de que les interesa auditar el manejo de los fondos ciudadanos, contribuir a la división de poderes. Hay nuevos candidatos y candidatas que no participan de los entuertos del bloque que nos vienen gobernando

En este momento nuestra querida provincia necesita de su voto para poder construir una democracia con equilibrio entre poderes republicanos, sin corrupción, sin ocultamiento de los manejos que se hacen con nuestro dinero.

No es el mejor momento para ir a votar es cierto, y esa es una decisión de Gerardo Morales que también merece ser evaluada y si la reprueba, vote en consecuencia.

No podemos ser como el avestruz que esconde la cabeza cuando la realidad es adversa. No se ahogue en la sensación de enfado, realice un acto productivo. Elija, mire propuestas, dé la oportunidad a un espacio político para que crezca y ejerza contrapeso en la legislatura.

Jujuy necesita de su participación en esta elección para renacer como una tierra para todas y todos.

 



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