POLÍTICA

Retuvieron a un edil del oficialismo

La escalada institucional del gobierno jujeño en La Quiaca, intentan destituir al intendente Blas Gallardo

En sesión, concejales que responden a Morales y Rivarola, pusieron como argumento la falta de pago de haberes a municipales para suspender por 3 meses al jefe comunal. Perico, el antecedente

Intento de incendio en la sede municipal de La Quiaca
Intento de incendio en la sede municipal de La Quiaca

 

 

El envío de la mitad de los fondos para el pago de sueldos a municipales fue el puntapié inicial para avanzar en contra de Blas Gallardo, intendente de La Quiaca, víctima de un golpe institucional perpetrado por concejales opositores, quienes tratan de destituirlo.

En una sesión que duró varias horas, ediles de la oposición pidieron suspender por 3 meses al jefe comunal. El argumento esgrimido fue la falta de pago de haberes que padecen trabajadores municipales desde el sábado.

“El Concejo Deliberante con el aval del gobernador Morales y Rubén Rivarola, está sesionando para suspenderme del cargo de intendente. Están forzando a sesionar a concejales, en contra de su voluntad y reteniéndolos en el recinto, privándolos de su libertad”, detallaba en redes sociales el propio Blas Gallardo, quien ayer se encontraba en Buenos Aires realizando presentaciones ante el INAI -Instituto Nacional de Asuntos Indígenas-.

En el mismo sentido, el intendente apuntó “uno más de los tantos actos que rompen todo pacto democrático de una comunidad. La provincia vive un caos social, institucional y político que nadie escapa a esta persecución salvaje y fascista”.

La sesión del Concejo Deliberante se produjo con toda irregularidad posible: ediles opositores aprovecharon la ausencia de la presidenta del parlamento, María Laime quien intenta destrabar el conflicto por los fondos iniciado el fin de semana. Así, con la mayoría de los votos (4 contra 2), buscaron suspender por el plazo de 90 días al intendente por supuestos hechos de corrupción, además de abrirle un sumario de juicio político.

“Obligaron a nuestros concejales a sesionar, un concejal nuestro hace 2 meses salió de terapia intensiva hoy (por ayer) se descompuso y lo obligaron a estar, no sé cuántas horas tuvo que estar porque no lo dejaban salir, tomándolo como rehén aquellos concejales opositores”, explicaba Gallardo en un programa de la TV Pública sobre la escandalosa sesión.

 

Perico, el antecedente

Los rumores que corrieron ayer fue que el sector que responde a Morales y Rivarola intentan que se realice una transición anticipada en el cambio de autoridades. La próxima gestión estará a cargo de Dante Velázquez, dirigente del riñón del presidente del PJ jujeño, el mismo que fuera señalado por el propio Blas Gallardo por el intento de incendio de la sede municipal.

La situación en ciudad fronteriza es comparable con lo sucedido en Perico, donde Luciano Demarco, el ahora ex intendente, fue suspendido por el Concejo Deliberante acusado por hechos de corrupción.

Allí, la alianza entre el PJ y Frente Cambia Jujuy determinó la suspensión e inicio de juicio político en contra del referente de la fuerza local VIA, quedando de forma interina a cargo del municipio el concejal del PJ, Walter Cardozo.

Sin fallo de la justicia, la comisión juzgadora declaró a Demarco culpable de los delitos que se le imputaban y fue destituido e inhabilitado por 10 años para ejercer cargos públicos. El fallo negativo ya estaba escrito de antemano, Demarco denunciaba que dicha comisión juzgadora estaba integrada por punteros del radicalismo y el peronismo.

La corroboración de la denuncia de Demarco llegó casi un mes después de su destitución: una integrante del jurado era nombrada como mediadora del municipio, violando así la Carta Orgánica municipal, donde se establece que por el plazo el cargo de jurado dura 2 años, periodo en el cual no pueden desempeñarse como empleados municipales.

 



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